Desde muy pequeño he simpatizado con Inglaterra. En todo sentido, a pesar de Las Malvinas y de haber financiado a Chile en la guerra del Pacífico. Donde otros ven un ex - explotador colonial, yo encuentro un país admirable y sumamente interesante.
Esa admiración por Inglaterra se traslapaba a sus equipos de futbol. El estilo del futbol ingles es mi estilo predilecto. Simple, rápido, de campos abiertos, ajeno a las florituras brasileras y las mañas argentinas. Un futbol viril, sencillo pero contundente. Un futbol para hombres de overol y lampa. No para artistas.
En tal sentido, siempre lo he acompañado con mis buenas vibras y deseos de victoria. Hasta este mundial.
Despues de la infamia de su capitan Terry, yo esperaba que este sea borrado de la selección. Un capitán no puede ser infame, no puede ser traidor, no puede burlarse del honor de un compañero de equipo. Al final, sólo le quitaron la capitania y lo mantuvieron. Su victima, borrada de la selección.
Con ese precedente, estaba seguro que Inglaterra no podia llegar lejos. Un equipo necesita unión, liderazgo sano, compañerismo. Un traidor como Terry solo podia traer desunión y desequilibrio.
Terry debió largarse de la selección, era un referente irremplazable?? no, no lo era. Es un buen jugador, un gran jugador, pero eso no basta; es un infame y un traidor, un equipo que queria (y quizas podía) ser campeón mundial no podia tenerlo en sus filas.
Al final, lo esperado, un equipo sin alma, vencido por un equipo con alma, atrincherados alrededor del elfo, los alemanes matan con convicción; lo ingleses desangrados entre la traición y la infamia mueren sin honor.
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