Hace poco más de una semana me entere (en el siglo XXI; siendo usuario frecuente de Internet) que hay una nueva hambruna en África.
Supongo desde hace algunos meses, en artículos de segunda o tercera línea, los medios han estado informando de ello. Más entretenido con la elección del cachaco y la "Evita" peruana, supongo todas las notas quedaron fuera de mi vista.
Entretenido con la deuda americana, la crisis griega, las payasadas (y por cierto la enfermedad) del gorila de caracas, los trajes fashion de la Cristina, el enfrentamiento del presidente Correa con la prensa (hay que ser formal, quizás vaya preso) y demás y demás frivolidades, el hambre en África paso por delante mio sin darme cuenta.
Porque, al final, que los griegos vuelvan a su realidad y vivan como lo que son, como un país de ingreso medio bajo, casi tercermundista, ídem los portugueses y los españoles; que punto de comparación puede tener con niños, mujeres y hombres muriendo de hambre.
Somos (me incluyo) parte de una sociedad infame. Ni el más primitivo de los animales permite que sus congéneres (sus hermanos de sangre) mueran de hambre. Y tenemos ante nuestros ojos, en un mundo SUPERAVITARIO de alimentos, que hay en este instante niños muriendo de hambre, es realmente una vergüenza, una ignominia, que nos debe caer a todos.
Sólo me queda elevar una oración.
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