Juan cree que el Perú esta creciendo y desarrollándose. Los logros grandes y pequeños de los peruanos, y del país en general, lo llenan de orgullo y esperanza. Fernando piensa que el país es una mierda. Que la educación es una porquería, que la inequidad es subsahariana y que nunca seremos un país desarrollado.
Juan intenta vivir feliz, disfruta de la papita con huevo en la Av. Tacna, de los masajes con servicio integral en el Jr. de la Unión, viaja en el Metropolitano soñando con una red te transporte moderno que abarque toda la ciudad y que le permita trampear sin riesgos por los conos. Fernando vive amargado, el sushi le sabe mejor en Tel Aviv, los vinos son una porqueria sino se compran en Las Condes; y en Lima la horrible, es tan difícil encontrar un espacio para estacionar, cerca de su oficina San Isidrina, su auto del año. Y Spas, los que descubrió en Madrid, durante su último viaje.
Juan, con esfuerzo intenta hacer un pozo para su entrada al Julio Lores Colán y hace cálculos sobre la forma más barata de llegar a Huaral, a ver a Soto el pequeño y 10 más entrenados por el venado Aguirre. Fernando, con desprecio, acompaña a sus amigotes al Bernabeu, a ver a Cristiano Ronaldo&cia, y por cierto, a comentar las decisiones tácticas de Mourinho.
Juan vota por Lourdes o por Castañeda. Fernando, evidentemente por Susana, Ollanta o el Curita Arana.
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