Ayer, por primera vez en mucho tiempo, quede enganchado con un reportaje de domingo por la noche (como los extraño Beingolea&Peredo). Trataba sobre una mafia que se apropia de terrenos de alto valor, mediante diversas artimañas y testaferros. Obviamente, dirigida por un abogado, secundado por otros abogados.
La evidencia presentada es, en una primera mirada, contundente. Entrevistas, grabaciones, documentos, relaciones laborales, etc. Todo pareciera mostrar a una mafia de la peor calaña. Como todo cartel de alto vuelo, también cuenta con su vocero oficial, en este caso no el negro Olaya, sino la ¿revista? "Juez Justo", con cacha la cosa.
Y, oh sorpresa!!!, en medio de la basura, el inefable Benedicto Jimenez. No me soprendió. Desde siempre me parecio un figureton en busca de prensa y poder, creo yo sin merecerlo completamente. Fue un gran policia, a inicios de los 90, cuando tuvo una participación importante en la captura de Abimael, pero luego, más plumas y lentejuelas que pistolas. Me entere también que además de policia, ahora es abogado. O sea, es completito!!!!
En el fondo, me apena que alguien que, innegablementne, algo de bueno ha hecho, termine sumergido en la inmundicia de un abogado corrupto. La ambición y el afan de protagonismo, son malos consejeros.
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