Lo que ha sucedido los últimos días, con el payaso de Walter Aduviri es ya de película. Que un delincuente (pues quien viola la ley es un delincuente) haya logrado que el poder judicial y la policía nacional se pongan de rodillas es casi casi un hecho infame.
Este delincuente debería estar preso, por todos los delitos que se cometieron durante la "protesta social" convocada, liderada y azuzada por él mismo (obviamente con el dinero de quien ya sabemos). Pues reitero, no seamos ingenuos, las "protestas sociales" no son espontáneas, son SIEMPRE azuzadas y financiadas por alguien, desde los hdp de Oxfam hasta el chavismo internacional. Pasando por caciques de pueblo y empresarios mercantilistas. SIEMPRE alguien paga la fiesta, NADA es gratis en este mundo.
Este payaso ahora protesta en contra de las "concesiones mineras". Hace solamente 4 años, protestaba en contra de la reserva ecológica aymara. La explicación es muy sencilla y simple, baila el ritmo de quien pone el billete. Como casi todos los políticos y politiqueros del país.
Es una pena que existan tantos infelices como los Aduviri y los Pizango; y tantos pelotudos como los Lescano y los Diez Canseco. Lástima que hayan nacido en este país. TODOS seriamos felices si esta manada de delincuentes y de pelotudos hubiese nacido unos kilómetros más allá, pegados al Alto.
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