Hace unas semanas, nuestra elegante alcaldesa nos sorprendió liderando una marcha gay. En mi modestisima opinión, para eso no la han elegido los limeños. Su tiempo es valioso (y bien remunerado), por lo tanto, creo que en lugar de dedicarse a perder su tiempo en actividades "socialmente correctas" debería trabajar, que para eso le pagan.
Tengo el mayor de los respetos por las minorías (para ser sinceros, excepto por los imbéciles que hablan de una nación Aymara). Creo que la identidad sexual es algo absolutamente privado que merece el mayor de los respetos. Al final, como dicen por allí, lo que se haga en horizontal, oscuro y privado es solamente de uno y a nadie tiene porque importarle o interesarle.
Sin embargo, creo que hay una gran distancia entre el respeto a formas de pensar (y de vivir) distintas y la fanfarria y publicidad gratuita de las mismas. Hoy en día, sin cartelitos simplones, lesbianas y gays pueden ingresar a cualquier local limeño, sin ningún tipo de discriminación.
En Lima te discriminan por cholo, negro o indio; pero no te discriminan por gay o lesbiana. ¿porque tendríamos que poner cartelitos ridículos en todos los locales?. Cartelitos que resaltan una condición que actualmente es socialmente aceptada sin mayores problemas.
Además, al menos en Miraflores, ya hay carteles que informan algo así como: "en este local no se permite ningún tipo de discriminación". Listo. Con eso es suficiente, porque se tiene que informar a todo el mundo que "en este local también aceptamos rosquetes".
Tanta yerba de joven termino por quemar el cerebro de nuestra "brillante" alcaldesa.
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