Creo que todos los izquierdistas del mundo son incompetentes. Son buenos para tirar piedras, criticar, hacerse los santurrones, protestar, joder, truncar el progreso; pero son malos, muy malos para gestionar y construir. Ya lo vivimos en Perú con los nefastos gobiernos de Velasco y Alan I. Ya lo sufrió Lima con la alcaldía de Barrantes.
Pero así estamos, gracias a miles de jóvenes "socialmente correctos", Lima tiene que soportar la incompetencia de una inútil y su séquito. De hecho, a pesar de su incompetencia, creía que eran personas honestas y honorables, incompetentes pero dignos.
La forma tramposa con la que pretendieron truncar el proceso de revocatoria los mostró de cuerpo entero. Unos arribistas más, tratando de mantener la mamadera municipal. Una pena, una vergüenza.
Me permito piratear parte de la Editorial de El Comercio de hoy jueves, la cual comparto plenamente.
Más allá del tipo de motivos personales que parecen mover a algunos de los promotores de un proceso de revocación contra la alcaldesa Villarán, decepciona la forma como su comuna ha venido intentando impedir a toda costa que el Reniec valide y cuente las firmas presentadas para solicitarlo. Si de verdad tiene convicciones democráticas, la alcaldesa solo debería quedar contenta si esquiva el llamado a la consulta de revocación porque este no alcanzó el número suficiente de firmas, no porque ella impidió que se contaran las que había.
Es particularmente lamentable, por otra parte, que en su esfuerzo por impedir este conteo la alcaldesa esté intentando hacer valer lo que fue o una trampa o una gruesa negligencia del Reniec cuando dio a los promotores de la revocación, por escrito, una fecha para que entregaran sus firmas que resultó no corresponder con la legal, y cuando, luego de que estos cumplieran la primera fecha, les hizo valer la segunda, negándose entonces a contar las firmas por haber sido presentadas “fuera de plazo”. ¿En un hecho así quiere apoyarse una alcaldesa que se precia de jugar limpio? Parece que sí, pues su municipalidad está presionando públicamente al JNE para que anule la orden que dio al Reniec para procesar las firmas.
En tanto, Eduardo Zegarra, teniente alcalde de la municipalidad, ha hecho saber que si el JNE no da marcha atrás en su orden y las firmas se acaban de contar (lo que parece sucederá hoy), la comuna irá “a instancias internacionales para cuestionar esta barbaridad”. “La barbaridad”, sin embargo, corre por su cuenta: las instancias internacionales existen para garantizar los derechos de los ciudadanos frente al Estado y no al revés.
Puede que no esté claro si hay más razones para revocar a la alcaldesa Villarán que para no hacerlo, pero lo que sí está claro es que con su intento de impedir el conteo de las firmas presentadas ella ha sumado buenos argumentos a la causa pro revocatoria.
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