Alberto Beingolea, después de El Veco, es el periodista deportivo que más respeto. Los sigo desde los años 90, cuando conducia el que para mi, es el mejor programa deportivo de todos los tiempos: Goles en Acción.
Si bien en más de una oportunidad, se le ha críticado por su aparente simpatía y alineamiento con el establishment futbolistico, con entrevistas eventualmente complacientes y publicitarias, creo que su capacidad de análisis, de conducción y, por sobre todo, para el armado y dirección de equipos de trabajo, lo colocan un par de peldaños por encima del resto de periodistas del país.
No es amarillista, no tiene usualmente opiniones parcializadas. Quizás tiene como principal demérito no haber sido más frontal contra el delincuente de Burga, pero, en todo caso, tampoco era su obligación.
Hoy va al congreso. Tras una larga y silenciosa carrera política, desde la base. Me sorprendió su decisión. Hasta ayer, cuando lo pude ver en el programa de Jaime de Althaus. Despues de la entrevista, puedo decir que es, con mucha diferencia, uno de los mejores candidatos: preparado, con ideas claras, de base, honesto transparente.
El Beingolea político me sorprendió muy gratamente. Si votase en Lima, con certeza le daría mi voto. El mejor que he escuchado hasta ahora. Probablemente con una promisoria carrera política para el futuro.
Se ha perdido un brillante peridista deportivo. Se gana un promisorio político.
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