Este abogadito me da risa. Debería dedicarse a la comicidad o, mejor aún, al periodismo. Es el típico imbécil que se alucina el salvador de la patria y la última trinchera contra la corrupción y la inmoralidad.
Es un payaso de baja estofa. Siempre dispuesto a ganar tribuna y protagonismo con frasesitas populacheras y efectistas del tipo "tuve que renunciar porque me impedían hablar de Fujimori" o "Kuczynski defendia a Susana de la Puente".
Para mi, un figureto de cantina. Un pobre diablo que se cree la última chupada del mango. Me basto verlo en dos entrevistas para darme cuenta el pobre imbécil que es.
De hecho, para ser humaliento hay que ser imbécil o sinvergüenza. Este tipo creo que calza perfectamente el rubro imbécil.
Ojalá nunca requiera del auxilio de la policía a la que tanto ofende y crítica. Y, por cierto, su defensa de los "derechos humanos" es simplemente una forma de recibir dólares de gringos hippies. Otro hdp servidor de Ernie y Soberón.
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