Hoy me preparaba para disfrutar de un nuevo partido entre Roger y el Rafa. A buena hora, justo después de la siesta, luego de pasar la mañana en un interesante evento agrario.
Pero, como nada puede ser perfecto, me llamó el coordinador de uno de los proyectos en los que trabajo. Tienes que venir, debemos coordinar el próximo viaje. Ni modo, perdí.
Felizmente pude seguir el partido por internet. Para ser precisos, seguir el marcador por internet. Triste consuelo. El segundo set de locos, no podía creer que Roger estaba blanqueando al Rafa. Por lo que he podido leer en El País y El Mundo, fue una sinfonía, una muestra mágica de perfección.
No soy experto en tenis, pero desde que sigo a Roger encuentro un enorme placer viendo este deporte. La calidad (magia) de sus golpes es impresionante, una delicia, su técnica es insuperable, las salidas impensadas, imposibles para el común de los tenistas, son de antología.
Grande Roger!!!
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